viernes, 19 de noviembre de 2010

ENSAYO MARCAS

ENSAYO SOBRE EL MUNDO DE LAS MARCAS

Para empezar, este ensayo está directamente relacionado con el trabajo que haré junto con mi grupo sobre el consumismo y la publicidad. Como es lógico, el mundo de las  marcas está tremendamente conectado con el mundo de la publicidad, pues esta es la principal herramienta para darse a conocer de manera prestigiosa.
Podría decir antes de empezar a meterme de lleno con las marcas, que la publicidad es una forma de comunicación masiva cuya finalidad es transmitir información y /o coincidir sobre las actitudes para impulsar a los destinatarios de la misma a un comportamiento favorable a los intereses del anunciante. En el mundo globalizado en el que vivimos se caracteriza entre otras cosas por el consumismo,  donde el objetivo prioritario es conseguir beneficios económicos por parte de las empresas, pero ahora todo el mundo consumimos productos parecidos, y he aquí la batalla entre los diversos productos por destacar uno por encima del otro y el  objetivo  de todas ellos es llamar lo máximo posible la  atención. Tan importante es este  objetivo, que no dudarán en engañar al cliente de manera seductora e inconsciente, sin importar lo más mínimo sus emociones, sentimientos.
La seducción publicitaria implica utilizar todos los trucos y recursos de la imaginación, de la inducción de sensaciones y de la percepción con el objeto de dirigir nuestras emociones a determinados productos del mercado. La publicidad es importante porque mientras está funciona y cumple exitosamente su misión, se están  promoviendo otras muchas actividades  que  se  encuentran a escondidas de nuestra vista  que producen  gran cantidad de dinero como puede ser el almacenaje, conservación, el transporte de distribución de los productos y la presentación de los mismos.
Después de lo dicho, podría definir la marca como un conjunto de  percepciones emocionales y simbólicas que un logotipo  específico es capaz suscitar en los consumidores, clientes y competidores. Para ganarse a la gente estas mueven valores, emociones, imágenes que llamen la atención al público. De esta manera pueden conseguir la aceptación de la gente y por ello que sean reconocidas hasta llegar a un estatus privilegiado, tanto que a veces  consiguen que nos fijamos más en la marca que en el  propio producto. Por ejemplo, esto ocurre mucho con la ropa, si una prenda se llama “Lacoste”, ya tiene categoría y pensamos en que es de calidad, que es original y ya puede ser una camisa, como un pantalón (y que además sean feos), pero es de marca y  algunas como esta, ya han conseguido el prestigio, algo desorbitado para lo que realmente es.
Por lo tanto, las empresas dan un carácter desorbitado a las marcas en el mundo comercial, ya que dependen de ella a la hora de conseguir beneficios. Deben de cuidar de la marca porque un mínimo error por exceso o por defecto les puede provocar  consecuencias negativas en los contratos y en la venta de  los productos. La creación de una marca se realiza con el objetivo de vender unos productos con los que mercantiliza la empresa y por lo tanto,  podría decir  que la tarea difícil es la de conseguir la confianza y la fidelidad de las personas. La gestión de la misma en nuestros días es complicada y entran en juego las imágenes y las palabras.
 Las palabras que se usan son todas prometedoras, todas ellas intentan convencerte de que ese producto es el mejor y que te hará la vida más fácil o más feliz. Esto suele reflejarse sobre todo en los cosméticos de mujer, los cuales te prometen que tus arrugas desaparecerán en cuestión de días o que  un perfume con un olor espectacular te ayudará a captar al hombre u hombres de tu vida.
Como se puede comprobar, las marcas parecen ser pequeños dioses, es decir, trata de conocer  cuáles son nuestras necesidades, cuáles son nuestros déficits emocionales, psíquicos, y ahí se encuentran, dispuestas a llenarnos ese vacío que presentamos en nuestro interior a través de un producto que se usa y se tira. Por eso el ejercicio de la publicidad es necesario e importante en el mundo del consumismo  y cuanto más seductora  y persuasiva sea mejor.
La finalidad es producirnos emociones y cuantas más emociones nos provoque menor será nuestra  razón a la hora de analizar y darnos cuenta de lo que realmente se nos quiere vender y cómo nos lo están vendiendo. Por eso la fuerza de la imagen (mujer bella, que al echarse el perfume “Opium”  deja una huella tan seductora que caen los hombres rendidos a sus pies) y de la palabra (“la fuerza del estilo” “para hombres que dejan huella”, “más allá de la elegancia”, “supera tu marca”, podrían ser ejemplo de Honda, Adidas, entre otras)
El resumen se podrían decir en esta pequeña frase: un anuncio seductor no nos hace razonar, simplemente nos emociona.
Uno de los problemas más preocupantes es que la publicidad y las imágenes que utiliza no tratan de ser meras presentaciones de la realidad, sino que lo que tratan de hacer es de convencer a la gente de que lo que enseñan es la realidad y que todo lo que se presenta a través de las imágenes publicitarias es posible alcanzarlo, pero te prometen que sólo es posible  alcanzar lo que deseas, si vas a una tienda y lo compras, es decir, sólo si haces posible el flujo del beneficio de las empresas, que  esto es equivalente a decir que eres responsable de que el sistema del consumismo siga existiendo y beneficiando a unos pocos.
Esta meta de alcanzar todos aquellos productos que nos puedan solucionar muchos problemas de nuestras vidas (por ejemplo, sociales), es para muchos equivalente a tener una vida angustiosa, estresante, pues para estar más o menos al mismo nivel de vida de los demás, muchas personas trabajan y emplean una energía brutal por comprarse algo que está de moda y de esta manera se creen que poseyéndola se sentirá más contento, mejor y más integrado y reconocido por la sociedad. Esto se debe a que la publicidad y las modas que presenta la misma, ponen a la sociedad en una presión constante por ver quién es mejor. Realmente lo que se está reforzando son los valores propios de la élite económica y social que son las que no tienen problemas de este estilo, pero a la gente corriente tener, poseer, es sinónimo en ocasiones a perder calidad de vida, que es realmente más importante que tener cantidad de vida.
La meta del tener, consumir,  es muy deseable para todos pero, no existen los medios suficientes para que todo el mundo pueda formar parte de esa gran élite moderna, fabricada por el sistema capitalista o consumista en el que vivimos actualmente.
Estamos hablando de lo que ocurre en el mundo de los más ricos que somos nosotros pero, ¿qué pasa con los más desfavorecidos, el llamado “Tercer Mundo”?.La mano de obra de los países más desfavorecidos no es que lo pasen excesivamente bien, ya que son los esclavos del mundo occidental, les tenemos explotados y con poco dinero les pagamos  la fabricación de unas zapatillas de  marca Nike, “superchulas”, y el precio de las cuales se va haciendo cada vez más (excesivamente) caro  hasta que llegan a nuestras tiendas. Somos capaces de comprar esas zapatillas que se ponen de moda y si un actor o actriz del momento las  promociona poniéndoselas porque le pagan, su estatus aumenta por momentos y su precio de compra también, hasta tal punto de que se aprovechan de nosotros al adquirirlas.
Nos creemos sus mentiras, cuando la verdad que mueve todo esto es el beneficio, el dinero que se consigue  y su instrumento de engaño es sin duda la publicidad y las diversas armas de persuasión que utiliza para que caigamos en sus redes y nos creamos que todo lo que nos dicen es verdad y es lo mejor. Si lo analizamos de manera más detallada, nos damos cuenta de que vivimos en un mundo algo fantasioso y eso es debido a que las marcas y la publicidad nos regalan palabras e imágenes bonitas y bellas  para nuestros oídos y ojos .Podríamos decir que todo este mundo nos está violando nuestra intimidad de manera inconsciente y poquito a poco. Por ejemplo, mientras vemos horas y horas la Tv, cuando vamos a la universidad vemos las calles, los autobuses, llenos de carteles de diversas marcas pijas, las revistas de los buzones, las prendas de vestir de la gente…
¿Realmente  los medios nos informan, nos venden productos de mil marcas diferentes de un modo sano, o lo que se quiere realmente consumir es la razón del ser humano?

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